lunes, 19 de enero de 2009

Cuba no es el mar de la felicidad


Celina Añez-Baldomero VasquezLunes,
Se cumplen 50 años de socialismo en Cuba. Ante la determinación del Presidente Chávez de conducirnos hacia un destino similar al cubano, el cual él califica de “el mar de la felicidad”, a los venezolanos se nos hace obligante evaluar los resultados del modelo económico que hoy impera en aquel país.
La economía cubana es parasitaria del capitalismo
La economía cubana es cada vez más una economía parasitaria del capitalismo. Hacia adentro, el único sector que motoriza el crecimiento económico del país es el turismo. En el año 2008, los 2,3 millones de turistas que visitaron la isla dejaron ingresos por un monto de 2.740 millones de dólares (1), el cual provino en un 70% de Canadá y Europa.
En relación a la dinámica interna, el turismo es la columna vertebral del sistema económico. En él las operaciones se realizan en pesos convertibles a dólares (CUC). Así, el sector laboral ligado al turismo percibe remuneraciones en pesos convertibles; mientras el resto de los trabajadores cobra en pesos corrientes que se cambian a razón de 24 pesos por un dólar.
Esto explica la irracionalidad económica del mercado laboral cubano: en los hoteles para extranjeros se encuentran arquitectos trabajando de “cargamaleta”, médicos como taxistas y a nadie le interese trabajar en la agricultura. Esto último, aparte del atraso tecnológico que padece el sector que a duras penas produce un 10% de los alimentos que se consumen. La zafra del año 2007 totalizó 1,1 millones de TM, la más baja en 100 años (2) como resultado de que el año 2002 Fidel Castro mandó a cerrar un centenar de centrales azucareros; los cuales fueron desmantelados y hoy son irrecuperables (3).
92 millones de bolívares mensuales cobra Cuba a Venezuela por cada médico La principal fuente de divisas con la que Cuba equilibra su déficit comercial proviene de la exportación de servicios de salud a Venezuela. Las fuentes oficiales cubanas registran que los ingresos por este concepto alcanzaron a US$ 6.460 en el 2008 (4) y según estimaciones del profesor Mesa-Lago fueron de US$ 4.456 en el 2006 y 5.200 en el 2007 (5).
Recientemente el Ministro de Salud, Jesús Mantilla, informó que el personal de salud cubano era de 29.296 personas: 3.020 médicos, 2.938 odontólogos, 4.170 licenciados en enfermería y 9.168 técnicos en salud (6).
Es decir, el régimen cubano percibió una remuneración media por el personal cubano de US$ 220.508. Mensualmente recibió US$ 18.376 por médico y como le fija un sueldo de 50 dólares a cada uno, el resultado es una transferencia de divisas, astronómica e irracional, de Venezuela hacia Cuba.
Los US$ 18.376 expresados en bolívares equivalen a 92 millones mensuales. Si comparamos ese sueldo con el que obtiene un médico venezolano en la Misión Barrio Adentro, 2.100.002 bolívares, es una irracionalidad de marca mayor importar un médico y pagarle a Cuba 44 veces más que en Venezuela. El profesor Mesa-Lago apunta que la irracionalidad económica se agiganta con el hecho de que a Cuba se le pagan las enfermeras como si fueran médicos.
La bancarrota económica del socialismo cubano
De persistir los bajos precios de los hidrocarburos, con la consiguiente merma de la renta petrolera, marcaría el fin del denominado socialismo petrolero del Presidente Chávez y representaría un descalabro económico para Cuba. Este país no podría redireccionar la exportación de servicios médicos porque en el comercio internacional no existe demanda para un bien que se cotiza a “precios ideológicos”. Ningún país va a importar técnicos en enfermería para subsidiar la isla.
El capitalismo norteamericano es el “salvavidas” de Cuba
Ante su oscuro futuro Cuba opta por exacerbar el parasitismo; pero ahora el “salvavidas” es el capitalismo norteamericano. El régimen aspira a que el Presidente Obama elimine ciertas restricciones de lo que queda del “embargo”: la prohibición a los norteamericanos de viajar a la isla; igual para los cubano-americanos; no fijar límites a los gastos de visitantes en Cuba, ni tampoco a las remesas (7). Cristina Xalma, especialista en economía cubana, estima que con “la entrada de turistas norteamericanos (a Cuba) podría quintuplicar las cifras actuales” (8). Se calcula que el turismo norteamericano alcanzaría unos ocho millones de visitantes y las entradas en divisas superarán los US$ 10 mil millones.
La construcción de 30 nuevos hoteles para el turismo indica que el gobierno cubano ya ha apostado por esta salida (9). En principio es un negocio redondo para los comandantes Castro. Sin mayores concesiones en el sistema político monolítico del Partido Comunista Cubano, obtendrían un financiamiento para el insoportable déficit de la Balanza Comercial que en 2008 escaló a US$ 10.720 millones al dispararse las importaciones en 43,8% (10). Como ya señalamos, la economía cubana no produce alimentos. Importa el 90% de lo que consume, sobre todo de los Estados Unidos. Con este “modelo de desarrollo” podría darse el lujo de importar el 100%. Escenario posible si además se lograra que el Presidente Obama elimine las restricciones a las importaciones y permita el pago a crédito, no como ahora que son de contado, y el traslado de los alimentos en buques de bandera cubana, prohibido actualmente.
Sin embargo, este rumbo terminará exacerbando las ya graves distorsiones que han echado raíces en la ineficiente economía socialista cubana.
La bancarrota también es moral
Para mencionar la más importante de las distorsiones padecidas por el modelo económico cubano, apelemos al sociólogo norteamericano James Petras, ferviente defensor de la Revolución. En su ensayo Cuba: Revolución Permanente y Contradicciones Contemporáneas advierte que “los salarios de los empleos de poca o ninguna calificación relacionados con el turismo excedieron con mucho a los de científicos de elevada formación, médicos, trabajadores calificados y trabajadores agrícolas” (11). Que el turismo trajo como resultado “el crecimiento de un lumpenproletariado, las prostitutas y narcotraficantes”. Las Reflexiones del Prof. Petras, que, por supuesto, no se divulgaron en Cuba fueron descalificadas por el comandante Fidel Castro tildándole de neoliberal, el epíteto predilecto de los analfabetas económicos (12).
En resumen, el turismo proporciona un alivio a la pobreza al generar mayores ingresos que los que ofrece el fracasado sector estatal socialista en las demás actividades; sin embargo, propaga en la población el empleo precario, no calificado, desvinculado del mundo productivo y de la tecnología, así como también el empleo perverso. Es decir, los Comandantes Castro han conducido a la sociedad cubana no sólo al derrumbe económico, sino también al desmoronamiento moral.
Cuba no es “el mar de la felicidad”
Cuba no es el mar de la felicidad. Y esa es la razón de fondo para oponerse a la reelección indefinida del Presidente Chávez. Su socialismo del siglo XXI, clon del construido por el comandante Fidel Castro, nos llevaría como en Cuba al empobrecimiento y al no-futuro. La hostilidad del presidente Chávez a la propiedad privada, su aversión a la innovación tecnológica en la esfera productiva, su propuesta de crear comunas primitivas (el primer paso de Deng Xiao Ping en diciembre de 1978 para sacar a China del atraso económico fue desmantelar las comunas creadas por Mao), su ejercicio como gobernante de actuar por encima de la ley cada vez que se le antoja, su manejo arbitrario y despilfarrador de la renta petrolera, su creencia en que su opinión es la fuente de la verdad, son razones para estar en contra de una Enmienda Constitucional que le permita reelegirse indefinidamente.

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